Hospedajes alternativos en Ecuador: A descubrir nuevos lugares

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Foto de la portada: Samay Glamping

Cuando pensamos en hospedarnos, nos imaginamos llegar a un lugar cómodo y atractivo. En Ecuador hay muchos lugares hermosísimos, aunque no siempre al alcance del bolsillo de todos. Ahora que vamos a tener un feriado largo para terminar el 2019, les cuento de algunas tendencias mundiales que han llegado al país para enamorarnos. Le apuntan a la creatividad en su ubicación, en su arquitectura, en los pequeños detalles, sin comprometer demasiado el precio, o mejor dicho, sin dejar que el precio sea el definidor de la calidad de su propuesta de hospedaje. 

Hablemos del glamping. ¿Les suena? Camping con un toque de glamour; buena experiencia, espacio no convencional. Es una modalidad de estadía que consiste en mantener la idea de acampar, pero con las comodidades de un lugar más sofisticado. Aquí tendrás una cama, tal vez un hidromasaje, hamacas, electricidad o servicio a la habitación. La idea se desarrolló en Suiza y ahora es común encontrarlo como una propuesta en zonas rurales que te permite envolverte en la naturaleza, sin dejar la comodidad de lado.  

A pocos minutos de Quito, en Tababela, me encontré con un glamping cuyo aspecto más interesante es la fachada de las tiendas de campaña. En Samay Glamping hay tipis, domos inflables transparentes, cubos de bamboo con el techo panorámico y vista a las estrellas, entre otras varias opciones de cabañas para escoger. 

Con la misma idea, está Putsuku (kichwa para ‘burbuja al cielo’), en Ibarra, una ‘cabaña’ hecha de material inflable transparente en una zona. En menos de 80m2 la comodidad y la novedad de alojarse en una burbuja hace que la experiencia sea fascinante, en especial cuando llega la noche y el contacto con la naturaleza se despoja de la barrera que supone una pared o un techo.

En la Costa también hay lugares similares con carpas adaptadas y estructuras de domos. Feelglamping, en Canoa o Nativa Whale Domes, en Puerto López son dos alternativas recomendadas. Más allá de las habitaciones, los espacios compartidos, los adicionales como piscina o un columpio y el entorno silvestre, siempre aumentan la magia de irse de glamping. 

Hay otras opciones de hospedaje cuya visión alternativa consiste en brindarte una experiencia de placer a partir de la arquitectura y lo acogedor de un lugar. En la Sierra ecuatoriana hay dos lugares que me parecen lindísimos, súper cozy, como para escaparse en pareja. En Cotopaxi hay unas casitas que parecen de aldea de Hobbits, con la puerta circular y el interior de ladrillos. Entras con las justas y tienes una cama de la que no querrás despegarte. Por fuera, la vista al volcán Cotopaxi. 

En Imbabura, una provincia más abrigada pero igualmente ubicada en las montañas, hay otras casitas a las que también les dará ganas de escaparse. En Urku Huasi, en San Pablo del Lago, una especie de iglús blancos los recibirán con muebles y elementos de totora en su interior. También tienen su encanto y una vista al lago inigualable.

Volviendo a la relación con la naturaleza, hay casas en Ecuador que no son hoteles, no tienen que compartir con nadie, solo son ustedes y el entorno, la familia o su grupo de amigos y el paisaje. He tenido la oportunidad de ir a la Casa Chontakuro, en el Tena y disfrutar de una construcción de madera acogedora, fresca en medio de la selva. Queda a pocos metros del río y a minutos en vehículo de un complejo turístico de cascadas y lagunas. La reserva se hace directamente con los dueños, y entran 10 o más personas. 

En Airbnb también es posible ver algunas joyas escondidas en áreas rurales de Ecuador. A veces, hay lugares bellos en parajes poco turísticos, pero cuando se trata de disfrutar y buscar lo diferente, ¡el que busca, encuentra! El otro día me topé con una cabaña tipo familiar en Guaranda, muy muy cerquita del Chimborazo, de hecho, tiene una vista privilegiada del volcán. Es toda de madera, con vegetación y una vertiente de agua en su alrededor. Ahí sí hay internet y coge la señal del celular todo bien.  

Pasar momentos especiales rodeados de naturaleza y confort es algo que pueden hacer en Ecuador sin tener que movilizarte por mucho tiempo. En este post apenas les doy algunas ideas, las opciones siguen llegando y hay algunas que están en proyecto. Anímense a descubrir, a investigar lugares diferentes a los típicos hoteles y atrévanse a encontrar la mínima excusa para salir de sus casas y pasar un fin de semana en otra parte, con otro aire. No necesitan una razón especial, no se van a arrepentir. 

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